BREVES APUNTES DE AMOR
Por Santiaga Moreno Caballero
(Profecía)
Me lo dijeron las cartas y estaba escrito también en las rayas de mi mano:
-“¡Nunca hará nada por ti, le tira mucho el redil,
Sólo puede hacerte daño!”-
Pero yo me empeciné, inconsciente, enamorada
En cambiar la profecía.
¡Y no hubo nada que hacer ni nadie pudo mover
Lo que las cartas decían!
I Como gorrión curioso
Como gorrión curioso giraba en torno mío.
Le atraía mi bocado como una golosina
Suele atraer a un niño.
Por entonces yo andaba recelosa y fría
Como un cactus arisco. Su gota de paciencia
Acabó horadando mi corazón esquivo
---ooo---
II Todo eso fue el hallarnos
Fue, como salir de una arboleda espesa, de un laberinto,
A la luz cegadora de la mañana.
La plena sensación de haber llegado a ese lugar remoto
Finito y añorado desde la misma concepción.
Como un radar en aguas transparentes, dulces y quietas
Después de haber atravesado corrientes turbulentas.
Como un haber logrado materializar esa elucubración de un sueño.
Eso fue para nosotros el hallarnos: encajar dos mitades de uno mismo,
Dos albedríos, dos voluntades, en un cuenco de amor
Mitad sublime, mitad pagano.
---ooo---
III Sabor de fruta a punto
Llevabas tú en la boca sabor de fruta a punto,
Y yo, sin desvelar, una suprema incógnita llevaba en lo profundo.
Estaba escrita esa hora para desvelarla juntos
Brebaje de magia y tierra fue enfebreciendo los pulsos.
Cayeron abatidas las razones en un segundo.
Se pararon los relojes y se detuvo el mundo.
Del duelo de dos leones se oyó primero el rugir
Luego un suave murmullo.
---ooo---
IV Giré en torno tuyo desde entonces
Me cegó el verde intenso de tu yerba,
El fulgurar felino de tu mirada,
Tu ansia por escapar de tus cadenas, tus ayeres de vetos y abstinencias.
Y no vi nada más, no quise verlo. Yo giré en torno tuyo desde entonces
Como la mariposa en torno de la llama,
Amando la armonía de tus silencios
Más elocuentes que un millón de voces,
Más expresivos que un sinfín de argumentos.
---ooo---
V Falta de oficio
Nos tomamos hambrientos de la mano
Para andar un camino presentido desde el ayer del tiempo.
Nos inducimos a saltar las barreras ancestrales
Que nos habían vetado desde el ayer del tiempo.
Libres ya, anduvimos, corrimos y gozamos
Un sendero de rosas alfombrado.
Más tarde, qué sé yo, quizá los potros que llevábamos dentro,
Libres de bridas, desbocados,
Se alebraron ante la plenitud sensual, desconocida,
Otearon el peligro, se abrió una grieta, se fue ensanchando
Y volvieron sus grupas, faltos de oficio,
Hacia el cómodo ayer, al ayer anodino.
---ooo---
VI Nos volvimos a encontrar
Nos volvimos a encontrar, nos encontraremos siempre.
Ni tu corazón ni el mío van de eso a sorprenderse.
Nos volvimos a querer con la locura de siempre.
Entre los dos hay un algo
Que no se enfría, que no muere.
Dejamos en el encuentro, como lo dejamos siempre,
Jirones de corazón tras una brega demente.
Luego… llegó el despertar, lo mismo que llega siempre
Y nos dijimos adiós, sin promesas, como ausentes.
000000000000
No hay comentarios:
Publicar un comentario